viernes, 6 de julio de 2012

EL HOAX DEL CAJERO AUTOMÁTICO



Por estos días, está circulando nuevamente un hoax sobre cómo protegernos si nos fuerzan a retirar dinero de un cajero automático.
Según el mail, enviado y reenviado por gente que quiere darle un buen consejo a sus amigos, pero que sólo contribuye a difundir una falsedad, la cosa es más o menos así:

Fulanita (siempre una mujer, porque eso refuerza la sensación de fragilidad) es sorprendida por dos delincuentes que, mediante amenazas, la obligan a ir a un cajero automático para retirar dinero, Y la chica así lo hace, pero con una particularidad: introduce su clave al revés en el cajero, invirtiendo el número. Esto produjo dos efectos: por un lado, obtiene igualmente el dinero que le reclaman los asaltantes, pero además, como el cajero automático reconoce la clave invertida como un problema, dispara un alerta a la Policía, que llega y detiene a los delincuentes.

Entonces, para que todos lo sepan por si tienen un problema, mejor reenviás el mail y bla, bla, bla.

Este mail, bajo distintas formas pero con la misma base, puede rastrearse por lo menos hasta seis años atrás. Y por supuesto, se trata de un engaño, una falsedad. Ningún cajero automático está provisto de esa tecnología de alerta.

Para empezar, hay una imposibilidad evidente: el PIN de tu tarjeta bancaria puede ser capicúa:



En estos casos, el número es igual al derecho que al revés. O sea que el PIN válido y el "código de pánico" serían iguales. Mala cosa.

Entonces, ¿de dónde sale esta leyenda urbana? Y sobre todo, ¿qué fue lo que la inspiró?
Vamos por partes.

Por curioso que parezca, resulta ser que el sistema de PIN invertido como método de alerta policial existe... en el papel. Fue ideado por Joseph Zingher, un empresario de Chicago, que lo patentó en 1998. El buen Joseph pensó que su sistema sería adoptado rápidamente (incluía hasta una variante numérica para los PINS capicúas), pero no tuvo suerte.

No parecía que la seguridad de los clientes fuese prioritaria para los bancos o los fabricantes de cajeros automáticos. Pero con el tiempo, los delitos de ese tipo se reiteraban, así que un par de estados de USA (Illinois y Kansas) trataron de adoptar el sistema en el año 2004. Por algún motivo que se desconoce, dichas iniciativas legales no prosperaron y todo quedó igual.



Como suele suceder en todo el mundo de un tiempo a esta parte con las cosas positivas, la principal movida para implantar este sistema de alarma en USA no provino de legisladores o autoridades, sino de un individuo. Michael Boyd tenía una vida común y corriente, hasta que en el año 2005 su esposa fue amenazada por un delincuente y llevada a un cajero automático para que retirase dinero. Un particular que pasaba por allí advirtió la situación y, tras alertar a la Policía, decidió seguir con su auto al coche donde iban el asaltante y la víctima.

En la persecución que se dio a toda velocidad, el delincuente hizo una mala maniobra y chocó. Se bajó del auto y comenzó a disparar contra el ciudadano que lo perseguía. Pero ese hombre también tenía un arma consigo y, además, tenía buena puntería. Acribilló al asaltante, del cual luego se descubriría que tenía antecedentes por secuestro y delitos sexuales. Pero la señora Boyd había muerto en el choque.

Michael Boyd pensó que su esposa hubiera tenido una oportunidad si se hubiera disparado el alerta del PIN ideado por Zingher. Movió cielo y tierra a lo largo del 2006 para lograr que en su estado (Georgia) se aprobase el sistema. Presionó y habló con cuanta autoridad pudo... pero nada pasó.

Cuáles son los motivos para que estas iniciativas nunca prosperasen, es algo que sólo puede especularse. Quizás sean los costos implícitos, o tal vez la Policía no vea el sistema como útil. No lo sé. Lo que sí sé es que, con los años, la leyenda urbana sobre el PIN al revés se extendió enormemente.

4 comentarios:

Espaciolandesa dijo...

No había conocido este hoax y parece una buena idea.

Habría que ver por qué no se implementó, pero lo primero que se me ocurre es que aunque se alertara a la policía muy poco podrían hacer si se tardan en llegar.

El caso que describes me parece un ejemplo de que aún con intervención las cosas pueden salir mal. Imaginemos que fue la policía y no un civil quien se lanzó a la persecución del asaltante y su víctima. Las cosas habrían podido terminar igual de mal.

Al final, el método del pin al revés parece casi tan práctico como las cámaras de seguridad para atrapar a los asaltantes.

Y se me ocurre que un usuario intencionalmente tecleara su pin al revés para fingir un robo que tuviera que reembolsar el banco en caso de que su tarjeta tuviera blindaje o algo así. Quizá por ahí fue la cosa...

pelado1961 dijo...

Quién sabe, Espaciolandesa. A mí tampoco me queda claro por qué nunca se implementó esto.
Probablemente es que no sería práctico para la Policía y, además, debe tener sus costos.

Mariolo dijo...

Y cómo sabe la policía de que no es práctico, de que no sirve, si no se implemente, como prueba al menos.

Claro que, como dice Espacio, si algo va a salir mal, sale mal.

pelado1961 dijo...

Mariolo:

Creo que no sería práctico para la escasa capacidad de respuesta de la Policía, jajajajajaja.